Es difícil resistirse a coger si un buen día vas caminando por la calle y junto a un contenedor de basura te encuentras tirada en la “rampa de lanzamiento” a la destrucción, un objeto de las características que tu puedes observar y valorar con la imagen de la escultura que representa el Trabajo.
Imagino que el autor se inspirara en algún lienzo de los que exhiben en el Museo del Prado, pero no logro averiguar si es de ahí o de la libre imaginación de quien la esculpiera. Está recubierta con una lámina a modo de “pan de oro” pero que en este caso es una aleación de metales de bajo valor pero que su estilizada figura, su desafiante gesto de orgullo por la labor bien hecha de este herrero que se siente orgulloso de un trabajo bien realizado, hacen de esta pieza un fiel reflejo del orgullo que sentimos, cuando algo nos sale bien. Cuando esto nos sucede en la vida, cuando hacemos las cosas y creemos que las hemos hecho bien, si nos las critican, dudo mucho que le demos jamás la razón al censor.
Un saludo en Red de Ángel López Miñano
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